En este sendero sólo he visto La fachada,
y fui perdiendo el tacto,
por mis ojos pasaron miles de razas y
sus rostros... pero jamás había visto
el rostro del alma
Que dejando sus huellas imborrables
se brinda insolente, y en silencio,
se trepa a mi ser.
Jamás había cerrado mis ojos
Para sentir el placer que brinda el tacto,
Hoy los cierro por vos.
Jamás de mi boca salió un suspiro
De aliento a otro ser, hoy
quiero dartelo a vos.
Jamás había mostrado mi corazón,
Temía que roben mi alma,
Hoy quiero dártela a vos.
TERRA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario