viernes, 2 de octubre de 2009

El Muro

La inocencia pasaba entre mis manos,

La pureza, un sueño de libertad;
La pasión algo parecida al amor;
Tus ojos, tímidos, frágiles, escondidos, guardaban como un tesoro el calor
Adolescente.
Cautivando el silencio, tu boca me asaltó los sentidos me perdió en el rocío.
Sin aviso sentí tu pecho en el mió, tus latidos florecían míos, mi sudor...no era mío.
Envueltos bajo un cielo pálido
de verano, nos abandonamos …
Como una paradoja de pasado, aquel muro ilustraba una pasada realidad, hecha carne en nuestros huesos.
Irónica, pálida, desgatada, un himno a su manera, aquella libertad robada hoy, entre leyes por los hombres.
Lo prohibido, lo obsceno, condenados al pecado, matando los sentidos sólo palabras en un libro.
Tu deseo, te trazaba como un mapa entre mis dedos, en mi boca eras gemido, y sudabas tu cordura.
Confundidos, perdidos, pecadores! Para las voces de plegarias, para los honorables, para los seres sin vida.
Nuestra sombra, se mezclaba entre los murales que alguna vez representaron la libertad.
Esas cadenas rotas, desgastadas, hoy son invisibles, pero aquellas manos daban gracias a Dios.
Cada vez mas agitados, exhalando el pecado, no hay amor, ni pasión, solo sed de sentirse vivo.


                  TERRA

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