sábado, 3 de octubre de 2009

Sin vos...

El veneno en tus palabras,
ahogan las mías, en un vacío de vacilaciones;
tan rico leguaje y enmudecí,
no describí el dolor que me engendraste,
callé, y silenció el amor que aún está aquí, inerte.

Pido a Dios, que siga así,
y mi lengua se adormeció
en un lamento ahogado y no pude
decirte adiós.
Estoy perdida, estoy acá, solo por vos,
quiero un segundo eterno de vos en mi vida.

No me apartes!
No es un pedido es una súplica,
y solo te lo pido a vos!
No me dejes relegada en una evocación necia,
aún no olvido ese “dame bola”,
y ahora estoy a la deriva,
maldigo aquella expresión,
mas nunca la olvidaré, y será en la perpetuidad
la que haga vibrar mi alma,
cada vez que brote en la voz,
de algún anónimo.
Y algo que no sabes,
es que a esta distancia la llamo poesía.

             TERRA

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