martes, 15 de septiembre de 2009

El Sol Y El Valle

                    
Anoche me soñé en lo alto de un valle, sentada junto a vos, que no te conocía, te deseaba y vos a mí, ese rostro desconocido, me trajo en su mirada, un escondido deseo de libertad,  trajo en sus labios, la picardía  adolescente,  palabras engañosas e indescifrables secretos.
Con toda tu juventud, desplegabas rebeldía, de una manera tan dulce, como un sueño lo puede dibujar, y a gritos de alma pedías amor.
Soñé entre montañas un valle desconocido para mí, un lugar que vos amas.
Desde la cumbre, miro fascinada la llegada del día, y en tus ojos la pasión.
Siento que las nubes me absorben los pies, y nace en mi pecho este deseo de sentirte en mis yemas, aunque sea solo por un segundo, para vos, para mi, la eternidad. En mi cabeza, te imaginaba mío...como el sol que hace suyo este valle, lo seduce, con sus dedos, lo acaricia,  recorre lentamente toda su silueta, baja intrépido e inquieto, con esa locura dulce y soberbia, tímida y penetrante, entre sus yemas siente las formas, tan suave como un amante,  absorbe sus aromas, como un cazador huele a sus presas, lo devora al mediodía, con un beso lo intimida, se revuelca entre sus formas, lo somete con pasión...y a la tarde, lo abandona, débil y exhausto, y como un amante, deja sus huellas en el alma, y con un beso... promete volver mañana.

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